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ASEMAD/ 2017 Viviendas sociales en Hondarribia. Foto: Gobierno Vasco 21 Pero pronto este pódium cambiará sus puestos. Se está construyendo en Van-couver (Canadá) el edificio Brock Commons, una residencia de estudiantes de 18 plantas y 53 metros de altura. Y no se puede dejar de nombrar el proyecto en Londres, todavía sobre plano, que pretende edificar en madera un edificio de 80 plantas y 300 m de altura que, de hacerse realidad, batiría con creces los récords existentes. EL BOSQUE URBANO ESPAÑOL También en España estamos asistiendo a la construcción de edificios en madera en distintos puntos del país. En Hondarribia (Guipúzcoa) el gobierno vasco está construyendo 65 viviendas de protección oficial, distribuidas en dos bloques, con estructura de paneles de madera contralaminada: 2.200 m3 de pino radiata procedente de los bosques del entorno. En Lleida, en 2013 se levantaba el que fue el primer edificio en altura en madera y el más alto de España, puesto en el que todavía se mantiene. Proyectado por Ramón Llobera, se trata de un edificio de 6 plantas, con 900 m2 de CLT de picea abies, en estructura vertical (muros, tabiques) y horizontal (losas, forjados). Pero tanto la promoción pública, como el caso de Hondarribia, como la inicia-tiva privada van dejando paso a muchos más. En Barcelona, en el distrito de Gracia, se alza un edificio privado de 5 plantas. Y el Patronato Municipal de Vivienda está construyendo 46 viviendas sociales en un edificio de 4 alturas en el distrito de Sant Andreu. Más al sur, en Granada, Bonsai Arquitectos construía el pasado año un edificio de 4 plantas con estructura y parte del cerramiento de paneles contralaminados de abeto, que logró reducir a la mitad los plazos de obra con sus 400 piezas de madera contralaminada y 20.000 tornillos. Y en Valencia, aunque la edificación en altura experimenta un pequeño repunte, los últimos años no han sido precisamente los más prolíficos en este tipo de edificaciones. No obstante, existen algunos ejemplos, como en Loriguilla, don-de se acababó el pasado verano el edificio de oficinas de estructura de madera más grande de España. POR QUÉ MADERA Pero por qué este auge de la madera. Lo cierto es que los estándares passivhaus y la directrices de la Unión Europea tienen mucho que ver en la tendencia. Un edificio passivhaus prácticamente no efectúa emisiones de CO2, y cumple por tanto con las exigencias europeas relativas a los edificios de consumo energéti-co casi nulo. La directiva europea 2010/31 exige que todos los nuevos edificios públicos sean de consumo casi nulo a partir del 1 de enero de 2019 y el resto de los nuevos inmuebles, sin excepción, lo sean a partir del 1 de enero de 2021. Se trata de lograr la máxima eficiencia energética, tanto en el consumo del edifi-cio terminado como en su proceso constructivo. Y en este nuevo reto, la madera es un aliado fundamental para lograr cumplir los estándares. Su empleo durante la construcción supone la ejecución de una obra rápida, limpia y silenciosa. Los plazos de ejecución de la estructura se acortan conside-rablemente, el empleo de madera supone una construcción en seco, que ahorra agua y supone un uso mucho menor de elementos y vehículos auxiliares res-pecto al empleo de hormigón armado. Tal como explica el arquitecto Luis LLopis, en el blog de Bonsai Arquitectos, “la idea de la eco-construcción parte de la premisa de que podemos mimar al medio ambiente desde mucho antes de entregar la llave al propietario. Apostar por la madera, supone en sí mismo una declaración de intenciones, ya que es un producto “dos en uno”: fija 0,9 toneladas de CO2/m3 y además reduce las emisiones en 1,1 toneladas de CO2/m3: esto supone un ahorro total de 2 tone-ladas de CO2/m3. Efectivamente, desde la misma producción del material, el impacto ambiental se reduce. En comparación con la madera, cuyo impacto ambiental es positivo, la producción del hormigón y de acero son procesos que requieren un intenso uso de energía que libera una gran cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera. Ejecución edificio en Hondarribia. Foto: Gobierno Vasco Ejecución de estructura en madera UN EDIFICIO PASSIVHAUS PRÁCTICAMENTE NO EFECTÚA EMISIONES DE CO2


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