OPINIÓN
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¿RÁPIDA RECUPERACIÓN?
Ni los mejores gurús de la economía preveían en marzo de 2020, que
íbamos a tener una recuperación tan rápida en nuestro sector, o que la
crisis producida por la pandemia no se cebaría tanto con nosotros. Evidentemente
las situaciones de inestabilidad y desempleo no son buenas
para nadie pero lo que sí es cierto, y ya se vio en la crisis de 2008, es
que no a todos afecta por igual y quizás en la de ahora podamos pasar
de puntillas.
En un sector bastante saneado, en el que
la crisis de la construcción ya se ocupó
de hacer una criba importante de empresas,
posiblemente es más fácil resistir a
situaciones como esta y sobre todo salir
más reforzados si sabemos aprovechar las
oportunidades que nos ofrece el momento
en el que estamos.
La alta demanda en rehabilitación y de
todo lo relacionado con el hábitat es algo
que está ocurriendo a nivel global, no sólo
en España, la mayor parte de los hogares
llevaban una década sin reformarse, en
parte porque los gastos de muchas familias
se destinaba a la gran oferta de ocio
existente hasta ahora. Hemos tenido que
encerrarnos en nuestras casas para ver
las deficiencias que teníamos o de alguna
forma hacerlas más confortables, debido
a que pasamos en ellas ahora un mayor
tiempo. A todo ello añadir las segundas
residencias, que pasan a adecuarse de
forma rápida ante la posibilidad de viajar
fuera a corto plazo. En definitiva: por instinto,
ante estas situaciones buscamos un
lugar seguro, que es nuestro hogar.
Todo ello a la vez, ese cambio de actitud
en poco tiempo, ha derivado en una reactivación
del consumo pero sin olvidar que
venimos de un 2020 en la que las empresas
empezaron a reducir sus compras y
personal, algo habitual debido a la incertidumbre;
y que esta rápida recuperación
ha pillado por sorpresa con unas roturas
de stocks a nivel general nunca vistas.
¿Qué pasa con las materias primas? Lo
mismo, sube la madera, vidrio, acero,
aluminio, faltan tableros en todos sus
formatos, los puertos de China y EE.UU.
colapsados aumentando cuatro veces el
precio de los fletes y alargando los plazos
de entrega… Todo ello es puntual, pero no
sabemos lo que durará hasta que todo se
estabilice. En lo que sí coincide toda la industria
a nivel mundial es que 2021 será
un año en el que debamos asegurarnos
bien las cadenas de suministro.
Por otro lado, 2020 nos ha servido para
darnos cuenta de algo que se veía venir
y no ha hecho más que acelerarlo: la necesidad
de las empresas españolas de
apostar por la digitalización, la sostenibilidad
y la formación; además de la gran
asignatura pendiente que es aumentar la
exportación.
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OPINIÓN
Por Alejandro Bermejo