ENTREVISTA
congeladas, han visto envejecer sus oficinas
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y ahora quieren actualizarlas; también
el sector hotelero está emprendiendo su
adecuación y se están abriendo nuevos
negocios que requieren nuevas instalaciones.
¿Cree que este puntal que ha supuesto
la rehabilitación durante la crisis continuará
contribuyendo a la economía del
sector?
Se está invirtiendo cada vez más en rehabilitación.
En el caso de la vivienda, el consumidor
está destinando a la reforma una
mayor inversión que a los bienes de consumo
propios de la decoración, primando
la calidad sobre el precio. Desde Asemad
y Fevama se ha trabajado especialmente
para potenciar la rehabilitación: se impulsó
la Mesa de la Rehabilitación de la Comunidad
Valenciana y se ha colaborado con la
Generalitat en los planes de ayudas públicas
Renove y Renhata, que contribuyen a
dinamizar la rehabilitación de la vivienda,
generando trabajo para muchos sectores
y favoreciendo además el correcto mantenimiento
del parque de viviendas. Desde
Fevama, nuestro apoyo a la rehabilitación
y las iniciativas que la fomenten es total y
creemos que continuará siendo un fuerte
mercado para nuestro sector.
¿También la edificación de nueva planta
está experimentando un repunte?
Sí. Está viviendo un momento de alza,
incluso en algunas zonas empieza a hacer
falta suelo. Se está construyendo de
nuevo y hay una demanda real de vivienda
nueva que, en algunas zonas, requiere ya
de nueva construcción. Este repunte es
un incentivo muy importante para el sector,
que lo dinamizará sin duda.
¿Cuál es su visión del futuro del sector?
El sector de carpintería, fabricantes e instaladores,
ha experimentado una transformación
enorme. El modelo de negocio
está cambiando. Y del carpintero autónomo
o el taller artesano, que era una mayoría
en la estructura de este sector, se ha
pasado a la industrialización de los procesos
y se está generando un mix entre producto
y proyecto, de forma que surge un
nuevo desarrollo de otros modelos, como
el estudio de decoración o la carpintería
industrial.
Sin embargo, el sector posee un factor
humano muy importante, tanto en la instalación
como en el componente artesano
tradicional. Pero debe ponerse en valor,
profesionalizarse y formar a nuevos profesionales.
Esa aportación humana no podrá
robotizarse, pero sí que será soportada y
acompañada por la tecnología: visualización
virtual del producto acabado, sistemas
de medición electrónicos, domótica
integrada o la conexión con proveedores y
clientes, con sistemas y producción integrados
de la industria 4.0.
Es un sector que se integrará en esa industria
4.0 y aprovechará sus prestaciones
pero nunca abandonará el componente
humano y es precisamente ese factor
humano, insustituible, el que asegura su
futuro.
EL REPUNTE DE LA
EDIFICACIÓN DE
NUEVA PLANTA ES
UN INCENTIVO MUY
IMPORTANTE PARA
EL SECTOR, QUE LO
DINAMIZARÁ SIN DUDA