ASEMAD/ 2017 29 SI EL PRODUCTO NO ES NATURAL, NO PUEDE USARSE EL ARGUMENTO DE LA CALIDAD O SELECCIÓN al cliente las ventajas que supone un producto natural. Su beneficio económico (el del vendedor), al fin al cabo será el mismo, pero eso poco a poco hace mermar la profesionalidad, y en el peor de los casos los convierte en una tienda o taller más estandarizado, expuestos a la competencia de las grandes superficies. Como ejemplo de estandarización, algo similar sucedió hace 15 años con la inclusión de los suelos AC3 y AC4 por los profesionales del parquet, evitando la madera maciza y su acuchillamiento y barnizado a posteriori. Así ganaban tiempo y comodidad en la instalación. Hoy ese tipo de suelo lo venden las grandes superficies, lo que hace que muchos particulares dejen de lado al profesional, ya que se lo puede instalar uno mismo. El número de talleres que van cerrando por causas como la crisis o jubilación también es un factor importante, ya que el relevo muchas veces opta por evitar la manipulación y adaptarse al producto hecho. Si el producto no es natural, y por tanto no puede usarse el argumento de la calidad o selección, entonces también los convierte en puros competidores con un mismo producto, con el único factor diferenciador del presupuesto más bajo, lo que aumenta la precariedad del sector. No obstante, según AEIM en la última asamblea general celebrada en Amsterdam el pasado Junio, existe un repunte del consumo de madera en Europa, apreciándose sobre todo en los países nórdicos. En España, en mayor o menor medida su uso permanece, ya que existe una cuna mercado de clientes que exigen productos macizos, al igual que unas áreas geográficas en las que todavía existe la costumbre de hacerse todo en madera, y hasta el momento, bien por tradición o bien por cultura, todavía es impensable sustituirla.
Asemad
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